La entrada y salida en el hogar implica un flujo constante de agentes infecciosos, siendo este un
escenario propicio para la transmisión de infecciones respiratorias, gastrointestinales y/o de la
piel. Los familiares que contrajeron alguna
enfermedad que, aunque los síntomas no persistan existe el riesgo de transmitirlo a otros.
La desinfección es el proceso que consiste en eliminar a microorganismos
infecciosos tales como bacterias, virus y
hongos, mediante el uso de agentes químicos o físicos. Los agentes antimicrobianos designados como
desinfectantes son utilizados como agentes esterilizadores, agentes de saneamiento o antisépticos,
en su mayoría.
Para que la
desinfección sea eficaz, se debe proceder a una buena limpieza antes de aplicar los productos
químicos. Este requisito es tan importante que se podría considerar la expresión limpieza –
desinfección como una sola palabra
para designar un solo concepto.